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El Salón de las Músicas Perdidas

Es por tí

Es por tí Escribo una y otra vez
"No puedo vivir sin tí".
Me paso los días esperándote,
cómo te puedo amar
si lejos de mí estas,
si yo estoy loca es por tí.
Sé muy bien que desde este lugar
yo no llego a donde estás tú
y aunque dentro de mi copa está
reflejada tu fría luz
la beberé, servil y acabada...
Es por tí,
Sin tí el amanecer
en lágrimas nacerá
mojando la lluvia que caerá sin fin.
Y tú me atraparás
con esa blanca luz.
Si yo estoy loca, es por ti.
Sé muy bien que desde este lugar
yo no llego a donde estás tú
y aunque dentro de mi copa está
reflejada tu fría luz
la bebere sevil y acabada...
Es por tí.
Y si estoy loca,
es por tí.


(Luz Casal. "Es por tí" del disco "A contraluz")

¿Cuantas veces he sentido que "no llego a donde estas tú"? La última vez me pasó con la Estrella, y esas mismas palabras fueron las que brotaron de mi boca:
"Tengo la impresión de que tu estas aquí (dibujando con el dedo una linea en la mesa de madera del bar donde estábamos) y que yo por mucho que me esfuerze sólo llegaré hasta aquí (dibunando otra linea mucho mas abajo de la otra). A veces me siento como una luciernaga que intenta atraer con su ridícula luz la atención de una estrella radiante (ya en otra conversación se acuñó el término "eres mi estrella" para referirme a ella, pero ahí se me marcó la denominación en el alma) y por supuesto no lo consigo. No llego a donde estas tú y me siento miserable"

Ya dije una vez que me gustan las mujeres que han vivido más que yo. Y normalmente son más cultas y más experimentadas también. ¿Es una especie de autotortura a la que me someto? ¿Es que en el fondo me gusta sentirme así de pequeño?
Creo que no. No puedo evitar fascinarme cuando encuentro alguien a quien me gustaría parecerme. No necesariamente en los actos o en los pensamientos, pero sí en haberse informado, en haber leido los cientos de libros que merecen la pena, en conocer la música, la pintura, las artes... Supongo que me lo tomé siempre como una incentivo a hacer todo eso que me apetecía. Para acercarme más a esas personas.

Supongo que siempre he estado equivocado en el fondo. Y que no puedes amar a alguien con quien no te sientas tu igual. Ni más arriba ni más abajo. Igual. Porque todos en el fondo tenemos nuestras virtudes y defectos, grandezas y miserias. Y cuando quieres ayudar a alguien a quien quieres de verdad no es porque te sientas superior o más experimentado o que puedas mirar a los problemas desde arriba. Lo haces porque no quieres que la otra persona siga sufriendo, su dolor te duele y su calma es calma para tí.

He bebido muchas veces "la fría luz" y quiero probar alguna vez la luz cálida.

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