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El Salón de las Músicas Perdidas

Diez años con los mismos

Diez años con los mismos

Con los mismos hijos de puta (o hijas de putos, para los ilusos que creen que la violencia y la fantasías de dominio y posesión se acaban cambiando dos chorradas del lenguaje artificialmente) alrededor después de diez años, y más años aún antes...

 

No hay muertos más importantes que otros. A veces las circunstancias o el número hacen que recordemos más a algunos. Pero todos se han fundido en la nada. Ninguno vuelve. Y el recuerdo con los siglos se difumina hasta desaparecer.

 

Los únicos mundos que cambian por la muerte de alguien son los de las personas que le amaban.

 

Al final todos polvo, al final todo sigue, los minutos siguen corriendo y otros se acercan a su hora.

 

Al final nada cambia. Y los que se disfrazan de seres humanos en pos de ideologías rancias y tan putrefactas como el bastardo que se inventó un pasado glorioso para justificar un beneficio presente que exigía sin merecer, siguen campando en un mundo cada día más gris.

 

Diez años y nada cambia.

 

Y tengo rabia, os preguntareis por qué si no le conocía, si no estaba cerca de él, si puede que no estuviera de acuerdo con sus ideas... Pero vosotros me hicisteis conocerle, y yo no miré políticas o cercanías o conocer o caer bien... miré unos ojos, una persona a la que arrancasteis el brillo... una persona que puedo ser yo o alguien a quien conozca, porque esté de acuerdo o no, entienda o no, esté lejos o cerca, mañana me toca a mí la explosión o el secuestro, o a mi gente, os entiendan o no, tengan el color político que tengan, estén cerca o lejos.

 

Porque sois una puta secta, depositando la fe en la política o en un pedazo de tierra. La tierra no responde a los rezos, la tierra es sólo tierra. Y no vale más barro y rocas deshechas que un alma humana.

 

 

"Aquel día amenazaba más tormenta y la tormenta no se hizo de rogar;
aunque más de uno creyera en los milagros,
el que más y el que menos no sabía que apostar.
Porque el tiempo es el tiempo y él decide
cómo, dónde y cuándo quiere descargar;
y a las cuatro cayeron dos rayos segando de cuajo otro arbol más.

Y cayó hasta calarnos los huesos,
y cayó fría y sin compasión,
una lluvia violenta y salvaje hasta hacernos dudar de si existe Dios.
Y cayó hasta calarnos los huesos,
como pernos de vía de tren,
una lluvia violenta y salvaje hiriendo la carne, abollando la piel.

Y fundidos de rabia, impotentes,
miramos al cielo queriendo entender,
por qué este brutal aguacero, porqué los dos rayos,
algo no va bien.
Y si no hay nadie que pueda detener
la tormenta que nos moja sin parar,
usaremos nuestra fuerza, tanto si está mal o bien,
para estar secos por siempre de una vez.

Y cayó hasta calarnos los huesos,
y cayó fría y sin compasión,
una lluvia violenta y salvaje hasta hacernos dudar de si existe Dios.
Y cayó hasta calarnos los huesos,
como pernos de vía de tren,
una lluvia violenta y salvaje hiriendo la carne, abollando la piel.

Cometimos el error de imaginar
que algún día todo esto tendrá fin,
pero aquí nunca es domingo, siempre cae más de lo mismo,
porque el tiempo es dueño de la tempestad.
Y es posible que mañana sea igual,
ya veremos quién deja de existir,
porque un árbol vale tanto como el precio de su hacha.
Hoy es lunes, mes de octubre, en mi país,
hoy es lunes, mes de octubre, en mi país.

Y cayó hasta calarnos los huesos,
y cayó fría y sin compasión,
una lluvia violenta y salvaje hasta hacernos dudar de si existe Dios.
Y cayó hasta calarnos los huesos,
como pernos de vía de tren,
una lluvia violenta y salvaje hiriendo la carne, abollando la piel."

 

("Una lluvia violenta y salvaje" Carlos Goñi)

 

Y de esta página saco estos comentarios:

J.B. nos cuenta lo siguiente, que es lo que Carlos dijo acerca de Una Lluvia en sus últimos conciertos en Valencia: "Esta canción tiene su historia. Nosotros estábamos en la furgoneta el día que secuestraron a Miguel Ángel Blanco, tocábamos el día siguiente en Santurce, y no dejamos de oir la radio para enterarnos de todo lo que pasaba. Recuerdo ese concierto, aparte de lo dicho, porque la gente acudió a él con las manos todavía manchadas de blanco y, en mitad de dicho concierto empezaron los gritos de basta ya, ETA escucha aqui está mi nuca, etc. etc. etc. Siempre he dicho que soy de lágrima fácil y en esa ocasión me tuve que dar la vuelta para que no me vieran llorar. En ese momento miré al cielo y le dediqué una canción. De vuelta al hotel me metí en la habitación, y cuando Alfonso (Leal) vino a despertarme se sorprendió y dijo: "¡Cómo, hoy no hay que sacarte de la cama, ni gritarte, ni nada...!" La verdad es que no es que me hubiera levantado antes de tiempo, es que no me había acostado. Estuve toda la noche componiendo "Una lluvia violenta y salvaje". Esto es más o menos lo que nos contaba Carlos en el concierto del 6 de Febrero en Alicante a todos los que allí estabamos. Como ocurre siempre que él habla, el silencio se tocaba en toda la sala. Fue realmente emocionante, como una especie de homenaje, que estoy seguro que es todo lo que siempre quiso Carlos que ocurriera con esa canción."

J.A.C., por su parte, nos cuenta lo siguiente:"La canción "Una lluvia violenta y salvaje" está dedicada a Miguel Ángel Blanco, según comentó Carlos Goñi en un concierto de la gira "Básico 2" en Málaga. Según él, si no recuerdo mal, el día del asesinato estaban de viaje por carretera para tocar en algún pueblo del País Vasco. Al parecer pararon en algún bar de la carretera para descansar y empezaron a discutir de hasta dónde podían ayudar los músicos para provocar la paz en el País Vasco. Por lo que se ve, lo que era una discusión sobre la paz, acabó de forma contraria: todos peleados. Aquel día salieron a tocar y fue uno de los conciertos más amargos de su vida. Sólo él y otro músico, habían defendido en la discusión que debían tomar un papel como cantantes en contra de los asesinatos y para buscar la paz en Euskadi. Aquel día se fueron a dormir, y al día siguiente (creo que su manager) le tocaron la puerta del hotel para despertarlo como todas las mañanas, él comentó que estaba ya despierto, porque esa noche no había podido dormir, tenía una canción en la cabeza, por supuesto: "Una lluvia violenta y salvaje". El día que oí esta historia, en el Teatro Alameda de Málaga, se me pusieron los pelos de punta. Hoy después de casi seis meses aún se me ponen al escribir ésto o al volver a escuchar la canción y recordar la historia".

 

 

Y respecto al video, único que he encontrado con esta canción, yo no creo en banderas, sean verdes y blancas y rojas o rojas y amarillas. Sólo creo en personas y en lágrimas.

Y también creo que las pistolas las pueden empuñar cualquier mananda de retrasados y majaras, como el tipo que en Estados Unidos mató a un montón de personas por la única razón de que "no le gustaban los lunes".

 

Lo único seguro es que al igual que yo, morireis. Y lo que hayais hecho no os va a ganar un segundo más, por mucho que creais lo contrario. Y la tierra por la que decís que luchais os pudrirá al igual que cualquier otra tierra de cualquier rincón del mundo.

 

Hoy es jueves, 12 de Julio en un país.

 

4 comentarios

Androgen a La Dama Oscura -

Tras tres días seguidos sin que me conectara a blogia a mi propia página, me tomé unos días esperando que se resolviera el problema y al final fueron demasiados :) Mea culpa

Ahora os cuento.

Un abrazote

Androgen a Allegría -

Desde luego no la de otros. Si acaso, que sacrifiquen la suya, esa es una elección personal de como desperdiciar la propia existencia, pero lo infame es elegir por otros.

Un saludo

La Dama Oscura -

¿Sabes algo de las oposiciones?

Apenas escribo, apenas te escribo, pero sigo por aquí :-)

Un besote.

Allegría -

Nada en este mundo puede justificar el sacrificio de vidas humanas en pos de unos ideales que no se sostienen de ninguna manera...