Blogia
El Salón de las Músicas Perdidas

Tocado y...

Image Hosted by ImageShack.us

 

El angelito en mi hombro derecho se cruza de brazos.

“¿Por qué te sientes así de mal? No has perdido algo que tuvieras. De hecho no has perdido nada. Tampoco has ganado, pero eso era lo que había ya.

 

A ver, vale. Está saliendo con otro. Te has enterado ayer y estás jodido claro, normal vale. Eso es lo que hay, es la realidad y lo tienes asumido, correcto. Ahora vamos a analizar si tienes motivos para considerarlo una tragedia y sentirte como si te hubieran cortado el corazón.

 

A ver muchacho. Algo te olías. Reconócelo. Ya desde aquella noche en Gijón sabías que ese chico iba tras ella. Y luego cuando ella vino a buscar aquello a tu casa y él estaba con ella y habían comido juntos te dio un ligero vuelco el alma porque empezaste a temer lo que iba a pasar. Él es insistente, como todos los latinos, mucho más parecido a ella que tú en gustos y aficiones nocturnas, lo que iba a hacer que siempre que fuera a Gijón por lo de aprovechar para dormir en casa de su prima (y así no coger el coche en estado etílico, cosa que aplaudo) y saliera se cruzara con él.

Y alguna otra vez se mencionó su nombre y ya te temías que seguía viéndole a veces. La constatación del hecho ayer, cuando quedasteis con su amiga I. Tras estar hablando por el móvil con él ya te pusiste en alerta por una frase que dijo ella, sobre si se iban a ver hoy, en un tono como muy coloquial, como si fuera algo habitual verse todos o casi todos los días. Y entonces al colgar su amiga se lo preguntó, si era su churri y la respuesta de que si, algo así te sentó como tragar agua hirviendo por un agujero entre las costillas, quemando todo el camino desde el corazón al perineo. Luego se lo preguntaste directamente y te lo confirmó. Además salen desde hace un tiempo.

¿Qué te fastidió más? ¿Qué esté con él, que lleve un tiempo y no te lo dijera aunque entiendas perfectamente por qué no te lo comentó, que te lo vieras venir y se confirmaran tus temores?

Ya, es todo en conjunto. Entiendo.

Pero a ver, chico. ¿Qué cambia? ¿Qué no os vais a enrollar, que no vas a volver a probar sus labios? ¿Qué no va a desvirgarte la chica que amas? ¿Qué ahora te sentirías mal por ti y por ella y por la situación si quisieras seguir con el frecuente contacto físico mimoso-cariñoso-sensual que tenéis?

Pues mira. Ya te tenías que contener normalmente. Si por ti fuera la abrazarías mucho más, la besarías más, tendrías mucho más contacto físico. No lo hacías porque sabes que no es cuestión de ser agobiante. Sobre todo con alguien que si, acepta y le gustan los mimos, pero tampoco en exceso y tampoco en plan sexual contigo. Así que contente un poco más. Ya sé que va a ser difícil, que va a doler. Pero chico, es lo que hay. La vida. La realidad. Su libre opción y decisión.

 

Y lo dicho. ¿Qué cambia? ¿Deja de ser tu amiga? No. ¿Dejas de quererla? No. ¿Dejas de desearla? No. ¿Dejas de amarla? No.

Ahora no, al menos lo de las dos últimas preguntas. Las dos primeras no van a cambiar, pero las dos últimas si, claro que pueden cambiar. El deseo puede marchitarse y el amor… no corresponderse y por ende, al no recibir nunca respuesta, convertirse en algo distinto o desvanecerse por vejez.

Pero lo más importante no cambia. Es tu amiga. Hace que tus días sean valiosos. Te sientes en tu hogar cuando estás con ella. A veces te mojas simplemente con acercarte a ella (porque sí, chicas, algunos hombres también se humedecen). Y no quieres dejar de quedar con ella para tomar algo, para ver pelis, para comprar, para acompañarla a entrevistas. ¿Masoquismo? Tal vez. No te consideras mejor ni peor por aguantar cuando lo normal sería abandonar. No es ni mejor ni peor. Simplemente es distinto, eres tú, es lo que haces.

 

Joder tío, no te pongas así. Que duele, lo sé, pero no estás roto. No es una herida mortal, como otras que te dieron antaño. Al menos no la sientes así. Sigue habiendo cosas buenas. Sigues con trabajo y sigues bien en él y con la gente. Sigue haciendo sol cuando lo hace y el día puede ser bonito y te parece bonito incluso cuando llueve. Sigues con las mismas inquietudes, escribir, dibujar, el ordenador, las series… Sigues viviendo los días más y mejor que antes, levantándote sin esa sensación de para qué hacerlo. Te acuestas y al dormir duermes sin angustias.

Sigues vivo, respirando, teniendo amigos cercanos y lejanos, colegas, compañeros, familia. ¿Qué hay tristeza? Eso también es vivir. No todo son juergas y fuegos artificiales muchacho. Eso ya lo tienes claro desde hace tiempo. Así que si ella te sigue aportando cosas preciosas e importantes a tu vida, sólo hay que redefinir la relación. Lo que sé que es chungo, pero puede hacerse. Duele, pero puede hacerse. Es duro, pero puede hacerse.

 

Y no es que te sientas como si la vida se hubiera acabado. Y no es porque pienses que no va a durar mucho esa relación, porque eres consciente de que nunca se sabe. Que otras relaciones suyas o tuyas no hayan durado no quiere decir nada. Cada nueva relación puede ser definitiva o no serlo. Eso sólo se sabe viviéndolas lo mejor que se pueda. No, no piensas que va a durar ni que no vaya a durar. Sólo sabes que ahora, existe, es.

No te debe nada, no debe guardarte supuesta fidelidad de ninguna manera. No es tu novia. No es tu prometida. No tenéis un pacto de no-coito ajeno. Sois amigos. Y los amigos se ponen pocos cotos y en cuestión de sentimientos ninguno.

 

Ayer estabas con el estómago revuelto. Ayer tus manos se enfriaron aún cuando siempre que estás cerca de ella están calientes (fenómeno curioso y comprobable). Ayer tenías un nudo en la garganta y bajo el esternón.

Hoy queda un poco de nudo. Pero has dormido bien. No has llorado. Has pensado en esto y no estás depre, sólo triste, lo cual es normal.

 

Así que no pongas esa cara.”

 

Y entonces me giro hacia el otro hombro.

 

-¿Y tú? ¿No tienes nada que decirme?- pregunto.

 

Pero el diablillo en mi hombro izquierdo no dice nada. Solo está sentado con las piernas colgando en el vacío, las manos entrelazadas entre sus rodillas y la cabeza baja. Y no deja de llorar desconsolado.

4 comentarios

Androgen a Átropo -

Saludos de nuevo, noble moira.
A veces uno siente que la vida no es una noria, sino una espiral. Y entonces teme a donde le llevan las vueltas, porque estás viendo el sumidero cada vez más cerca...

Un saludo y gracias por los ánimos.

Androgen a Un_mar_de_calma -

Cierto, sigue ahí, ¿no te da un poco de rabia eso a veces? Es decir, me refiero, estés como estés, el sol sigue saliendo. Hay gente que rie y gente que llora. El reloj no se detiene, el aire sigue soplando. Todos sigue igual, aunque estés roto... No afectas al mundo, el mundo sigue y uno no es nada para él. Hay miles de millones como él para el mundo y la vida, uno no va a cambiar nada, aunque tu mundo se haga pedazos. Todo sigue y no importa lo que te pase, porque seguirá, para bien o para mal...

A veces uno preferiría que lloviera cuando estás mal, por lo menos para pensar que a nivel cósmico importas un poquito... aunque no sea verdad.

Un abrazo.

Átropo -

¡¡Ánimo!! Que nunca se sabe las vueltas que puede dar la vida.

Un_mar_de_calma -

mmmm...eh!! a seguir para delante que el sol sigue alumbrando tu camino!!!!
un abrazo!!