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El Salón de las Músicas Perdidas

Otra semanita...

Otra semanita...

 Y otra semana más de periplo. He conseguido más o menos acostarme hacia las once como era mi intención todos los días (salvando viernes y sábado, se sobreentiende, aunque tampoco lo hice el viernes a las mil, como de costumbre) y en general la valoración de tener casi una hora más para dormir todos los días es ambigua. Por una parte si que noto ese dormir extra, en el curro estoy algo más despierto y atento, más dispuesto a explosiones de actividad, de dejar todo hecho y esperar la siguiente remesa de cosas en vez lo que solía hacer que era dejar que se acumulara una pequeña cantidad de tareas para que luego me estuviera dos horas seguidas haciéndolo. Ahora si tengo que estar sólo media hora de actividad lo estoy, no intento preveer si va a llegar más o menos cosas. Las hago y punto.

 

 (dijo él mientras a su lado tenía cosas para hacer que miraba que reojo mientras escribía en su blog desde el trabajo... *^_^* )

 

 Pero por otra parte no me siento más descansado. En cuanto a resistencia física y sentirme despierto la verdad es que la cosa no cambia a cuando fuerzo la máquina todo lo posible durmiendo sólo seis horas o así por acostarme tarde y tener que madrugar para trabajar al día siguiente. Normalmente a las doce o la una estoy que me muero de sueño y eso la verdad es que no ha cambiado por dormir una hora más. Ni me molestan menos los ojos, sigue habiendo días que ir al gimnasio es como llevar una losa de granito en la espalda... en resumen que el cambio es bastante nímio. Nímio para bien así que por ahora creo que seguiré intentando mantener esta rutina, pero nímio al fin y al cabo. Supongo que tendré que aceptar que la solución no es dormir una hora más, sino dos.

 

 Qué rabia, con la de cosas insulsas que me quedarán sin hacer...

 

 El trabajo bien gracias, ahí sigue. Y el viaje sigue avanzando, la verdad es que es una bendición tener a mi cuñada empleando toda su experiencia en viajes para sacarlo adelante. Yo no sabría ni por donde empezar, estoy aprendiendo de ella por si surge la remota posibilidad de hacerme un viaje sólo en el futuro o que me toque ser el organizador. Ya sólo quedán un par de flecos de preparativos y el décidir qué ver en cada sitio donde vayamos, que no es tanto problema porque oferta hay de sobra...

 Ya que oficialmente menos de un mes para irnos. Los nervios empiezan a insinuarse...

 

 En mi casa planean una gran renovación mientras esté fuera. Van a acuchillar suelos y pintar paredes. Así que tendré que dejar muy recogido todo, además de terminar de quitar mis cosas de la habitación que compartí con mi hermano, porque va a cambiarla de muebles y demás para hacerla más adecuada a que viva una sóla persona en ella, es normal.

 Para mi doble trabajo, pero eso es por mi mala cabeza de no haberlo hecho antes. Siempre es más cómodo dejar para luego las cosas esperando que nunca tenga que llegar el momento de hacerlas, ¿verdad?

 Pues hala, toma momento de hacerlas Androgen...

 

 Bueno, tranquilo, queda tiempo. Tiempo tienes para muchas cosas. Ahora encuentra las ganas...

 

 Y dentro de poco (cuando deje de diluviar y pueda pasarme a buscarla) me dejará un amigo de mi hermano una bicicleta, que es recomendable que sepa usarla antes de irme a Japón, porque por ahí fomentan mucho lo de desplazarse en bicicletas alquiladas a dos duros y como mi hermano y mi cuñada saben montar y yo no (comentario de todo el mundo "NO SABES MONTAR EN BICICLETA?!!!!" con más o menos exclamaciones en la frase... Pues no, coñe, no sé) pues a ver si por lo menos consigo mantener la vertical para poder desplazarme mejor, no es cuestión de ganar el Tour, sino de moverse un poco más rápido que a patuca. Ya iré contando lo hematomas y roturas de este curso intensivo...

 

 

 Diluvia y es una mierda que todo vuelva a oler a humedad tras ocho meses de otoño/invierno que tuvimos. Ya toca un poco de calor ¿no?

 

 Y aquí seguimos, aprendiendo a ser más tranquilos y caminando.

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