Una despedida
Ayer nos enteramos que había muerto mi vecino.
El viernes ya nos habíamos cruzado mi madre y yo con su mujer que nos dijo que estaba ingresado grave y que subía a estar con él.
Y ayer una de sus hijas se lo dijo a mi madre, que había fallecido el día anterior por la noche.
Tras dos infartos cerebrales (el último hace tres años mas o menos), demostró tener un gran aguante, a pesar de haber quedado seriamente mermado en sus capacidades físicas.
Ya no habrá esos lamentos como de alma en pena a las cuatro de la mañana cuando se despertaba porque había dormido durante el día y se aburría y quería que su mujer le hiciera compañía. Tampoco habrá ya los evidentemente distintos lamentos cuando se notaba que algo le dolía mucho. Era un timbre de voz totalmente distinto de cuando quería compañía o simplemente llamar la atención, aunque las palabras no fueran articuladas se notaba en la voz cuando era una cosa y cuando la otra.
Era uno de esos vecinos que desde que tengo uso de razón estaba ahí, que aunque no tenga una vida vecinal intensa, estaba en el mismo piso y más o menos se coincidía en algún que otro momento.
Otra presencia más que se va, aunque no me cayera muy bien (hablo de antes de los infartos, parecía alguien muy hosco. Y después de los infartos, en típica actitud egoista humana, pensaba en él sobre todo cuando no me dejaba dormir por estarse dos horas gritando a las tres de la mañana y en esos momentos no eran precisamente buenos términos ni pacientes los que acudían a mi mente) es otra persona que tienes muy cerca que se va.
Y aunque obviamente no se pasa por lo mismo que cuando es alguien a quien quieres, como pasó con mi abuela, te hace pensar. Y es un tema que intento no pensar mucho, ni en mi partida ni en la de los que tengo cerca. A veces prefiero engañarme a jugar, como cuando hacemos de niños, a que el mundo va a seguir como siempre como está, que nadie va a morir y que tenemos toda la eternidad por delante para vivir, soñar, amar y jugar.
"Me siento en mi cubículo, aquí en el mundo material.
Cuando muera, meterán mi cuerpo en una caja y dispondrán de él en la fría tierra.
Y en todo el millón de eones que aún queda por venir, no volveré a respirar, ni a reir, ni a estremecerme de nuevo.
Asi que, ¿quieres venir conmigo y jugar ahora, entre la tímida masa de la humanidad?
El Universo nos ha otorgado este momento."
(Anónimo. Fragmento del juego de ordenador "Alpha Centaury")
¿Estais aprovechando estos momentos que el Universo os concede? Espero que si.
8 comentarios
Androgen a La Dama Oscura -
Fue también una situación de pesadilla que duró meses...
No pretendía ponerte tan triste, lo siento.
Un abrazo.
Androgen a Un Mar de Calma -
Un abrazo.
Androgen a sabbat -
Pero si que afecta, por la cercanía.
Un abrazo.
Androgen a Pikifiore -
Un abrazo.
La Dama Oscura -
Te iba a contar una anécdota pero no puedo :'-(
Un beso.
un_mar_de_calma -
un abrazo
sabbat -
Pikifiore -
Saludos