Desengaños, engaños
El desengaño de la distancia, el engaño de lo posible.
Ya he comentado alguna vez lo mucho que me duele aún no haber visto nunca en persona a Charlotte. No por ello la considero menos real, conocí su voz varias veces, si el hecho de estarnos más de dos años hablándonos por internet no me hubiera bastado para no dudar de su realidad. Pero hay tantas cosas que me gustaría haber hecho... haber visto sus sonrisa, sus ojos, las caricias que no pudimos darnos, la pasión que podía haber supuesto el encuentro...
Eso me dejó con un cierto regusto amargo sobre conocer a gente que está muy lejos. Siempre temí enamorarme de alguien con quien no podía estar, porque la distancia sí importa salvo en esos amores de cuento de hadas o novelas en cuya portada un pirata de torso musculado y depilado sostiene entre sus brazos a una escultural dama de gesto arrebolado. Pero esto es la vida real. Y la distancia se sufre y no creo que nadie que nunca pueda ver a la persona que desea o ama mantenga el sentimiento con la misma fuerza mucho tiempo en su corazón. Los seres humanos necesitamos compartir cosas para formar bases, notarnos con todos los sentidos además de con el corazón.
Así pues siempre me ha dado miedo la distancia, pero eso no evitó que amara a Roma (en Madrid estaba y está), que quisiera a Argenedith (todo un oceano atlántico de por medio), que adorara a Charlotte (Milán era su refugio habitual)o que quiera a la de los muchos colores (aunque a ella le bañen las costas mediterraneas y a mí las cantábricas).
Pero hubo dos casos concretos que me hacen desconfiar de la distancia e ir con pies de plomo hasta donde puedo dejar llevarse a mi alma.
El primer caso fue el de Eva. Me dijo que era un año menor que yo, que vivía en Barcelona donde estudiaba psicología y trabajaba de gogo y modelo. Hubo charlas interminables por internet y por el movil. Era además un momento en que yo estaba especialmente bajo de ánimo y ella me ayudó a superarlo con su dulzura, su comprensión y su cariño. Y se comprometió a venir a verme, luego yo le devolvería la visita. La primera vez que dijo que vendría me llamó luego diciendo que había tenido un accidente leve con el coche y que tendría que mandarlo al taller así que tenía que retrasar el viaje. La segunda vez no supe de ella en todo el día y cuando la llamé al día siguiente me contó que había muerto uno de sus sobrinos y tenía que ir al funeral. Y la tercera vez me dijo que ya estaba en Oviedo, pero no sabía darme el nombre de su hotel, ni en que calle estaba en incluso cuando la dije el nombre de mi calle y que podía coger un taxi para venir a ella, el contacto se cortó. Sólo un par de días más tarde me llamó por última vez para decirme que "alguien" le había dicho que yo en realidad era un hombre casado y con hijos que se dedicaba a jugar con chicas como ella.
Recuerdo como me sentía el día que esperaba ver llegar un taxi desde mi terraza, sin comer por esperarla, viendo pasar el tiempo y que la udda y la sospecha del engaño y del que habían jugado conmigo se empezaba a dejar sentir. No puedo olvidarlo aunque quiera, porque ese día, cuando entraba a veces en casa desde la terraza mientras esperaba, veía dos aviones estrellarse contra dos rascacielos. Era un 11 de Septiembre del 2001. Así que si alguien me pregunta "¿donde estabas cuando lo de las Torres Gemelas?" yo contestaría "sintiéndome como un imbécil confiado con el corazón roto esperando a alguien que no llegaba".
No volví a saber de ella ni ganas. No sé si realmente alguien quiso joderme o ella fue la que quiso reirse y joderme. Me da igual. Su número y direccion de mail están borrados y no quiero saber nada más de ella, fuera quien fuera.
Y luego sucedió una de mis primeras mujeres sabias, que había vivido mucho no sólo por tener más años que yo, sino por haberlos aprovechado. Era pura magia, inteligencia, reflexión... Empezamos una historia compartida que era fantástica, ella escribia unos párrafos y luego yo los continuaba y luego ella continuaba lo que yo había escrito... aún conservo todo lo que escribimos de esa novela compartida y es muy buena. Con Trem. soñé, reí, fantaseé, me emocioné... a pesar de su ex marido celoso que ella me decía le tenía pinchado el ordenador de manera que sabía con quién hablaba y con quién no. A pesar de ese enganche sexual que ella me decía había evitado que le dejara antes.
Trem. también prometió venir a verme. Y tampoco lo cumplió. Lo último que me dijo fue que había decidido darle otra oportunidad a Mr Celos. Al fin y al cabo también había hijos en común y eso tira mucho, pero también tiraba la adicción sexual que él le provocaba. Dijo que ya me escribiría.
No lo hizo. De ella aún guardo foto y escritos, dirección de mail y número de teléfono. Supongo que un día, haciendo limpieza física y del corazón, lo tiraré-borraré todo.
La gente sabe donde encontrarme. No soy yo quien suele romper los lazos, si algo bueno tengo es la absoluta fidelidad a la gente que quiero, con amor o con amistad. Los que me conoces saben que siempre pueden contar conmigo, día o noche, frío o calor. Que haré lo que pueda por ellos si me lo piden, que estaré para oirles, escucharles, comprenderles, abrazarles, ayudarles.
No engaño. De hecho sé que me han engañado a veces, y además de no tener la capacidad para hacerlo yo, sé coo se siente y no veo sentido a hacérselo a otros.
Pero me estoy desviando del tema. El tema es que me cuesta superar los dolores pasados y volver a confiar a ciegas. Y creo que no es malo del todo. Así que antes de ofrecer mi alma, esencia y corazón otra vez, quiero ver que es real y que no.
Quiero que no sólo mi corazón y mi mente me emocionen, sino que mis sentidos complementen eso que siento y se haga pleno.
No creo pedir tanto y no creo que sea una petición tan poco razonable.
Ya he comentado alguna vez lo mucho que me duele aún no haber visto nunca en persona a Charlotte. No por ello la considero menos real, conocí su voz varias veces, si el hecho de estarnos más de dos años hablándonos por internet no me hubiera bastado para no dudar de su realidad. Pero hay tantas cosas que me gustaría haber hecho... haber visto sus sonrisa, sus ojos, las caricias que no pudimos darnos, la pasión que podía haber supuesto el encuentro...
Eso me dejó con un cierto regusto amargo sobre conocer a gente que está muy lejos. Siempre temí enamorarme de alguien con quien no podía estar, porque la distancia sí importa salvo en esos amores de cuento de hadas o novelas en cuya portada un pirata de torso musculado y depilado sostiene entre sus brazos a una escultural dama de gesto arrebolado. Pero esto es la vida real. Y la distancia se sufre y no creo que nadie que nunca pueda ver a la persona que desea o ama mantenga el sentimiento con la misma fuerza mucho tiempo en su corazón. Los seres humanos necesitamos compartir cosas para formar bases, notarnos con todos los sentidos además de con el corazón.
Así pues siempre me ha dado miedo la distancia, pero eso no evitó que amara a Roma (en Madrid estaba y está), que quisiera a Argenedith (todo un oceano atlántico de por medio), que adorara a Charlotte (Milán era su refugio habitual)o que quiera a la de los muchos colores (aunque a ella le bañen las costas mediterraneas y a mí las cantábricas).
Pero hubo dos casos concretos que me hacen desconfiar de la distancia e ir con pies de plomo hasta donde puedo dejar llevarse a mi alma.
El primer caso fue el de Eva. Me dijo que era un año menor que yo, que vivía en Barcelona donde estudiaba psicología y trabajaba de gogo y modelo. Hubo charlas interminables por internet y por el movil. Era además un momento en que yo estaba especialmente bajo de ánimo y ella me ayudó a superarlo con su dulzura, su comprensión y su cariño. Y se comprometió a venir a verme, luego yo le devolvería la visita. La primera vez que dijo que vendría me llamó luego diciendo que había tenido un accidente leve con el coche y que tendría que mandarlo al taller así que tenía que retrasar el viaje. La segunda vez no supe de ella en todo el día y cuando la llamé al día siguiente me contó que había muerto uno de sus sobrinos y tenía que ir al funeral. Y la tercera vez me dijo que ya estaba en Oviedo, pero no sabía darme el nombre de su hotel, ni en que calle estaba en incluso cuando la dije el nombre de mi calle y que podía coger un taxi para venir a ella, el contacto se cortó. Sólo un par de días más tarde me llamó por última vez para decirme que "alguien" le había dicho que yo en realidad era un hombre casado y con hijos que se dedicaba a jugar con chicas como ella.
Recuerdo como me sentía el día que esperaba ver llegar un taxi desde mi terraza, sin comer por esperarla, viendo pasar el tiempo y que la udda y la sospecha del engaño y del que habían jugado conmigo se empezaba a dejar sentir. No puedo olvidarlo aunque quiera, porque ese día, cuando entraba a veces en casa desde la terraza mientras esperaba, veía dos aviones estrellarse contra dos rascacielos. Era un 11 de Septiembre del 2001. Así que si alguien me pregunta "¿donde estabas cuando lo de las Torres Gemelas?" yo contestaría "sintiéndome como un imbécil confiado con el corazón roto esperando a alguien que no llegaba".
No volví a saber de ella ni ganas. No sé si realmente alguien quiso joderme o ella fue la que quiso reirse y joderme. Me da igual. Su número y direccion de mail están borrados y no quiero saber nada más de ella, fuera quien fuera.
Y luego sucedió una de mis primeras mujeres sabias, que había vivido mucho no sólo por tener más años que yo, sino por haberlos aprovechado. Era pura magia, inteligencia, reflexión... Empezamos una historia compartida que era fantástica, ella escribia unos párrafos y luego yo los continuaba y luego ella continuaba lo que yo había escrito... aún conservo todo lo que escribimos de esa novela compartida y es muy buena. Con Trem. soñé, reí, fantaseé, me emocioné... a pesar de su ex marido celoso que ella me decía le tenía pinchado el ordenador de manera que sabía con quién hablaba y con quién no. A pesar de ese enganche sexual que ella me decía había evitado que le dejara antes.
Trem. también prometió venir a verme. Y tampoco lo cumplió. Lo último que me dijo fue que había decidido darle otra oportunidad a Mr Celos. Al fin y al cabo también había hijos en común y eso tira mucho, pero también tiraba la adicción sexual que él le provocaba. Dijo que ya me escribiría.
No lo hizo. De ella aún guardo foto y escritos, dirección de mail y número de teléfono. Supongo que un día, haciendo limpieza física y del corazón, lo tiraré-borraré todo.
La gente sabe donde encontrarme. No soy yo quien suele romper los lazos, si algo bueno tengo es la absoluta fidelidad a la gente que quiero, con amor o con amistad. Los que me conoces saben que siempre pueden contar conmigo, día o noche, frío o calor. Que haré lo que pueda por ellos si me lo piden, que estaré para oirles, escucharles, comprenderles, abrazarles, ayudarles.
No engaño. De hecho sé que me han engañado a veces, y además de no tener la capacidad para hacerlo yo, sé coo se siente y no veo sentido a hacérselo a otros.
Pero me estoy desviando del tema. El tema es que me cuesta superar los dolores pasados y volver a confiar a ciegas. Y creo que no es malo del todo. Así que antes de ofrecer mi alma, esencia y corazón otra vez, quiero ver que es real y que no.
Quiero que no sólo mi corazón y mi mente me emocionen, sino que mis sentidos complementen eso que siento y se haga pleno.
No creo pedir tanto y no creo que sea una petición tan poco razonable.
13 comentarios
Polen -
Nada más terrible que romper una ilusión.
He sentido un escalofrío al leer este post, pero me ha gustado, es tan real...
Un beso
tenju -
Androgen a Virginia -
Tengo también el problema que no he tenido historias ideales aún para compensar las malas.
Pero bueno, como dices, hay que seguir...
Virginia -
Androgen a Imaginate -
No es que te perciba como alguien "asexuado", para mi eres además de todo lo demás, un pedazo de mujer.
Simplemente sé que ese sexo no es para mí :)
Un abrazo
imaginate -
un abrazo
Androgen a Imaginate -
No es sólo por tí, me gusta que guste lo que escribo a tanta gente que me lea como sea posible, por eso me gusta cada alabanza :)
Un beso
imaginate -
besos contentos por ti
imaginate -
Androgen a Imaginate -
Joer, gracias por el parabien, a veces temo estar siempre con el mismo tema de mis malos ratos rumiando y rumiando y aburriéndoos :)
Un abrazo
imaginate -
Me ha gustado mucho este post. Creo que voy a cambiarte de sitio porque lo cierto es que me gusta cada día más leerte :)
Un abrazo
Androgen a Mar de Calma -
Pero se aprende y desde luego no renuncio a sorpresas agradables, no renuncio a mi búsqueda de plenitud...
Un beso
un_mar_de_calma -
Asi nos sorprende la vida pero esta sigue hay nuevos puertos en unos se para y de los otros se pasa de largo. La nostalgia.El desengaño. El Amor.El miedo.El cariño.El afecto.
PEro en nuestro corazon queda lo que realmente nos marca.
Un saludo.