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El Salón de las Músicas Perdidas

De Amoris Naturam

De Amoris Naturam

(...o como se diga en latín "De la naturaleza del amor"... si alguien me chiva las palabras correctas... :) )

 

Hoy mi hermano mayor cumple años. 40 ya. Y desde hace año y poco está con alguien, que yo sepa por primera vez en su vida. De hecho se casan a mediados de este año que ha empezado. Eso hace ver que a veces se tarda en encontrar lo que buscas. Pero ahí están. Lo encontró.

 

Y yo me pregunto, pensando que le veo como ejemplo del "más vale tarde que nunca", pensando que en cualquier momento cercano o lejano puedo encontrar también a mi alguien (o a un "alguien" intermedio que activa y reciprocamente me ayude a descubrir, experimentar, valorar el amor aunque termine no siendo el amor de mi vida...) ... yo me pregunto...

 

"¿Estoy preparado?"

 

Alguna vez de mis multiples sesiones de madejas mentales he pensado que pasaría si apareciera ese alguien. Alguna vez me lo he preguntaod también considerando si ese alguien que ya he conocido o por la que siento algo que me parece especial, puede ser la persona con la que terminaré saliendo. Y lo que pensaba, lo que me comía la cabeza era... ¿realmente quiero salir con esa persona?

¿Estoy dispuesto a recibir pero también a DAR?

Porque al fin y al cabo, cuando sales con alguien tienes una responsabilidad en aras de la relación. Hay que amoldarse, adaptarse, hablar, concretar, decidir, valorar, renunciar, abrazar otras cosas, explorar... Hay que dejar a un lado cosas que antes te parecían prioritarias, aficiones que creías irrenunciables, hay que emplear el tiempo libre de otra manera, hay que estar para la otra persona tal y como la otra persona está para tí. Hay que construir una vida juntos donde antes había dos vidas separados, con las respectivas familias, ocios, gustos, aficiones, planes... Hay que adaptar, hacer encajar piezas de un puzzle que a veces parecen imposibles de unir.

Y muchas veces he sentido que no sería capaz. Que el pensar en renunciar a mis fines de semanas de rol, a mis tiempos libres en casa rascando la barriga o viendo la tele o leyendo o dibujando o con el ordenador... que todo eso se terminará (al menos con la frecuencia que ahora se dan) porque ese tiempo lo emplearé en estar con la otra persona... ¿y si se nos acaban los temas de conversación? ¿Y si el contacto y el sexo dejan de llenar tanto (porque antes o después la frecuencia de ambos disminuirán, aunque sea un poco, es inevitable)? ¿Y si no me gustan o no les gusto a sus amigos? ¿Y a donde vamos existiendo dos grupos de amigos, con los suyos o con los mios? ¿A qué película iríamos, a que cafetería, a qué paseos, a qué reuniones familiares cuando soy un moderado eventosocialfóbico? ¿Y si a ella le gusta salir y beber y a mi no? ¿Quién renuncia a lo que quiere hacer? (lo haga quien lo haga, ¿no será injusto?)

Tal vez sólo miro los aspectos negativos, sólo esas cosas que uno termina pensando pero sólo cuando se lleva mucho tiempo de relación, porque al principio la pasión hace que todas las cosas parezcan menos problemáticas, que todo se supere. Pero con el tiempo los problemas que parecían pequeños adquieren su verdadera relevancia y afectan. Pero yo siempre pienso en ello al principio...

 

Aunque la última vez no fué así. Cuando le pedí salir a N. lo hice de corazón. Quería salir con ella. No veía los problemas (los diferentes gustos de ocio, de forma de vida, de actividad diaria...). Eso lo empezé a ver luego. Y no era desconocimiento, poco he descubierto de importancia que no supiera cuando le pedí salir. Simplemente lo he visto desde una estética distinta. Por una vez he pensado como serían los problemas de salir con una persona después de que se presentara la oportunidad, no antes.

¿Eso quiere decir que estaba más colado por N. de lo que nunca he estado por otra persona? ¿O simplemente que por una vez me comporté como es normal para una persona que nunca ha salido en serio con nadie, que es como si tuviera 16 años y estuviera planteándomelo por primera vez? ¿El no pensar en negativo fué producto de una evolución o precisamente de la falta de ella?

 

¿Estoy preparado para amar? ¿Para la renuncia? ¿Para el sacrificio?

¿Pienso que vale la pena renunciar y sacrificarse, que a la larga va a compensar?

¿O sólo tengo miedo, siempre miedo?

 

No conozco la naturaleza del amor. Me puedo hacer mil preguntas, pero sólo viviéndolo lo conoceré. Y ahora me puedo preguntar si alguna vez he estado realmente enamorado, o sólo he estado excitado/fascinado/ansioso/temeroso...

 

Nadie tiene la receta del amor. Cualquier manual que pueda existir valdrá para algunas personas y para algunos aspectos , porque todos sentimos distinto, aunque a veces parecido, no lo bastante parecido. Nadie sabe amar hasta que ama, hasta que se arriesga, hasta que lo vive. ¿Cómo seré yo cuando sienta que incondicional y totalmente estoy amando?

¿Y vale la pena preguntármelo ahora cuando lo que piense puede ser totalmente distinto de lo que termine siendo?

13 comentarios

Androgen a Patricia -

Matiz aceptado :)

Patricia -

...matiz necesario: cuando he escrito "por ESO"...quería decir "por hacer ESO"...que parecería que mi chica es un adefesio ¡y nada más lejano a la verdad! ;)

Patricia -

Ayer se medio mofaba de mí una amiga cuando se enteró de que encontré a mi actual pareja en match.com..."¿no me jodas, TÚ has pagado por ESO?", me dijo la imbécil. Te lo digo: es el dinero mejor invertido de mi vida, en serio. Solo lo dejo caer ;)

Androgen a Patricia -

Ganas de probarlas hay... lo que faltan son ganas de probarme a mí... por parte de los demás :)
No sé producir ese anhelo en la cercanía, qué le vamos a hacer... salvo intentar aprender a producirlo y en ese aspecto, aún estoy en ello.

Busco sabores, si. PEro los sabores electrónicos me han producido (y me he producido) grandes dolores, así que ahora les tengo algo de miedo... con lo cual tal vez no es la mejor opción la búsqueda por aquí...
Y en persona conozco poca gente. A alguna he conocido y con una he intentado últimamente, pero como ya dije antes... no soy un sabor tan apetecible en las distancias cortas.

Un abrazote muy grande :)

Androgen a kasandra -

Una preciosa filosofía de vida en una sóla frase :)
Eres la leche ;)

Un muy grande recuerdo y un besote :)

Androgen a La Dama Oscura -

Cierto, hasta que nos enfrentamos a las cosas no sabemos como seremos, tal vez como mucho lo intuiremos... y la intuición no siempre funciona.
Lo que podamos pensar antes de estar ahí, es un simple plan, y ningún plan sobrevive al contacto con el enemigo.
Así que como dices, sé la respuesta a la pregunta y me la doy, pero aún así, ya me he comido la cabeza, así soy :)

Un besote

Androgen a un_mar_de_calma -

Es un equilibrio... y por tanto difícil de alcanzar, así que si pueden darse cualquiera de los dos extremos, obligar a renunciar o dejarse influir para renunciar. Y el punto medio, justo y deseable es por supuesto, como dices, Compartir :)

Como soy un poco desequilibrado, temo irme por los lados, por eso mis miedos.

Un abrazote :)

Androgen a maya -

Comerse la cabeza es mi especialidad... ya he dado muchas muestras de ello :)

En un lugar escribí una vez que existe más miedo antes de girarse para ver lo que tienes a tu espalda que el miedo que sientes en el momento en que ves el peligro. Supongo que ese es el caso para esta comedura concreta de tarro... Eso y el miedo a volver a meter la pata otra vez decidiendo si quiero empezar una relación o no...

Si, creo en el amor para toda la vida. Y en el amor que dura un tiempo. Y en el amor que no dura casi nada... Y en el amor que nunca se alcanza. Y como creo en todos ellos, temo uno de ellos sea lo que me toque. Y temo que otro de ellos sea lo único a lo que pueda aspirar... Y ansío los otros dos.

Yo sé que no he estado enamorado nunca, que he estado en los pasos previos, pero siempre me faltó el componente más esencial para que el amor sea en toda su magnitud: correspondencia. Y vivirlo.

No te den corte los comentarios largos, yo también podría inaugurar un blog muy largo sólo con lo que he comentado en los lugares que me gusta visitar :)
Además la madre de Hermes tiene permiso para explayarse todo lo que desee :)

Un abrazo y gracias.

Patricia -

Yo lo que creo es que deberías desagregar cosas, porque esas tus madejas son en verdad prolijas...y son las que todos en un momento u otro nos planteamos: son inevitables, asúmalo Androgén y sumérjase en su inevitabilidad. Vaya por pasos, y yo creo que uno esencial es que usté pruebe las delicias carnales: sin amor, con amor, como sea (pero con condón ;) Honestamente creo que ese tránsito es necesario, (porque lo deseas) y porque la antisociabilidad o las manías propias o las mandangas que sean son independientes de la pasión y sentir pasión-carnal te hará ver nuevas perspectivas. Eso se busca en blogs donde muchaaas chicas quieren probar nuevos sabores, y tu me pareces un sabor apetecible (¡cuidadín con la literalidad!). JUEGA AL SEXO, y si además viene lo demás, miel sobre ojuelas.
Un beso de esta que viene y va por tu blog. Desde que conocí a esa loka que ya sabes, no puedo evitarlo: me caes mejor jaja!!

kasandra -

Yo no pienso al leerte :)
Te leo, con cariño y sonriendo :)

Un beso

La Dama Oscura -

Yo pienso que te rayas demasiado :-P
Quiero contestarte a la última pregunta que haces, aunque sé que en el fondo, tú ya sabes contestártela. No. Así de rotundo. No vale la pena. Porque no, porque estás imaginando cosas que quizás luego no sean así, porque siempre, en general, tendemos a pintar lo peor de las situaciones, situaciones que luego no se corresponden con la realidad. Por eso, no, no vale la pena plantearse ciertas cosas, sino que hay que vivirlas y una vez que las estás viviendo plantearte los problemas, los inconvenientes y las ventajas.

Y también pienso que todos estamos preparados para amar, para recibir y para dar, para sacrificar algunas cosas o un poquito de nuestro tiempo libre. Porque al tener pareja, dejas de hacer con tanta frecuencia cosas que hacías y que te gustaban, pero empiezas a hacer otras que incluso te gustan más sólo por el hecho de hacerlas con la persona que amas. Puede que tengas que renunciar también al tiempo que antes pasabas con tus amigos, no renunciar, sino quitar un poco de ese tiempo, y que eso signifique que ya no puedas verlos tanto como antes, y eso te haga sentir mal, pero también acabas dándote cuenta de que a ellos les sucede lo mismo que a ti.
Lo importante no es la cantidad de tiempo que pasas con cada persona, sino la calidad de ese tiempo.

Y en cuanto a los dilemas de "si me llevaré bien con sus amigos", "si saldremos con mis amigos o con los suyos" y cosas de ese estilo, te digo otra vez lo del principio, no vale la pena planteárselo de antemano, hay que vivirlo y estar en esa situación, y decidir. Y entonces te das cuenta de que no eran dilemas tan gordos como parecían ser.

Así que hale, deja de pensar en esas cosas, que acabarás con dolor de cabeza. Un besote!!

un_mar_de_calma -

Pues yo soy de la opinión que estar con alguien no implica renunciar a uno mismo, si no que es compartir.
Hay tiempo para compartir lo tuyo ccon ella y su ntorno y viceversa.
Compartir no implica renunciar por que esa renuncia con el tiempo se volvera entu contra.

Un saludo, disfruta del fin de semana (y no te rayes tanto, :)

maya -

A pesar de la inmensa ralladura que te montas en este post... me identifico bastante. Bueno, yo también me como demasiado la cabeza a veces. Pero vamos, que no es en eso en lo que me identifico, sino en algunas cosas que planteas.
Preguntas si estás preparado; dispuesto a todo lo que conlleva una relación. Creo que mientras no te encuentres en la situación, no lo sabrás. Y que igual, cuando te encuentres en ella, apenas te lo plantees. Ahora, por así decirlo… la balanza está descompensada: sabes lo que tienes, y a lo que quizás no te gustaría tanto renunciar. Pero no sabes qué hay al otro lado de la balanza. Por lo tanto, intentar averiguar ahora, si estarías dispuesto o no, a ciertas cosas… es imposible. Pero eso ya lo sabes.
En cuanto a otras preguntas de posibles problemas que puedan surgir en el día a día… ¡No te compliques de antemano, que ya habrá tiempo para complicarse!
Y con respecto al miedo… ¿quién no tiene miedo…? Dicen por ahí, que el mundo es de los valientes. “En esta vida hay que luchar”, jaja, eso es algo que me ha sermoneado mi madre durante toda mi vida :-). Cuando sea el momento, y tengas alguien concreto por quien que luchar, quizás sea más fácil “echarle un par”. Cada Quijote necesita su Dulcinea por quién estrellarse con valentía, (y locura) jeje.
Creo que la clave de todo está en la última pregunta que te haces. Creo que no hay que anticipar las cosas. Todo es tan relativo, cambiante y susceptible a ser alterado por tantísimos factores, que es imposible encontrar las respuestas de antemano. Cuando ocurra, ya se verá. Y lo que tenga que ser, será. Parece una postura fácil y cómoda, pero para los que nos comemos la cabeza no lo es. (¡que en eso soy como tú!)
Por otro lado, al leer tu post me ha venido una pregunta a la cabeza: ¿Crees en el amor para toda la vida?
Yo no, y quizás mi respuesta esté condicionada por ello. Veo todo más fácil: creo que simplemente tenemos la suerte de cruzarnos durante un tiempo determinado en el mismo camino, en un trayecto en el que ambas partes están en el momento adecuado para percatarse el uno del otro. Durante ese intervalo de tiempo, dos personas están por así decirlo, en la misma "onda", hasta que nuestros caminos nos van llevando por sendas diferentes. Y no es nada triste, creo que es ley de vida. Por eso no hay que aferrarse a algo que por naturaleza fluye. Por eso es tan importante disfrutar de la compañía de los demás, porque todos cambiamos, y las circunstancias que nos rodean también, y esa relación -del tipo que sea- cambiará. No será ni peor, ni mejor, sólo distinta. Lo enriquecedor es que nunca nos iremos con las manos vacías, siempre habremos recibido algo que en ese momento estuvimos dispuestos a recibir. Y siempre habremos regalado algo, que en ese momento la otra persona nos permitió dar. Y ya no seremos los mismos.
Por eso veo algunas cosas que planteas, de forma más práctica: cuando sea el momento, nos cruzaremos, y cuando termine el trayecto, cada uno seguirá su propio rumbo, agradeciendo el camino recorrido conjuntamente. Así de fácil. Nada más. Y nada menos.
Pero bueno... quizás mi punto de vista tan… ¿frío? se deba a que tampoco creo haber estado enamorada. Y así, es fácil ver las cosas desde fuera. Sin embargo, si he tenido y tengo amigos… e interpreto su paso por mi vida, y mi paso por la suya de la misma manera: que hay que aprovechar cada momento compartido. Y lo demás, ya se verá.
Total, que también me como la cabeza con estas cosas, vaya.
Y que una vez más me he sobrado tres pueblos comentando. O cinco. Menos mal que no comento a menudo, que sino estoy viendo que me monto mi blog paralelo a base de comentarios jeje.