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El Salón de las Músicas Perdidas

PATCHWORK

PATCHWORK De vez en cuando apunto frases o ideas con intención de escribir sobre ello en un futuro. Pero últimamente no lo necesito, los ecos de las paredes del salón no me traen sensaciones buenas o malas, no preciso hablrle a la nada para ponerme en orden internamente.

Sirvan estas frases puestas aquí como unos grafitis como breve resumen de lo que fue para mí los estadios finales del año pasado y el inicio de este.

Feliz año al silencio y la ausencia. Y a quien visite, que muchas veces es lo mismo.

"Es una época en la que a lo más que podemos aspirar todos es a ir tirando sin grandes heridas.

Aprieto los dientes, registro otro caso de abusos sexuales y tiro “para alante” aparentando normalidad mientras mis sensaciones internas son las de limón en una herida abierta.

Ayer fue el día de los cortes de papel, tres en la mano derecha. Y otro más con los dientes metálicos del cortacelos… Un día mis manos ya no serán tan suaves, no servirán para acariciar… y aunque alguien quiera que lo haga, será tarde.

En realidad no se puede buscar nuevos horizontes. Tras las montañas el horizonte vuelve a ser la línea recta que era antes. Al final siempre es más el viaje que a donde llegas.

El problema de no dramatizar la soledad que siento y tratar el tema de manera ligera cuando hablo con la gente como si tuviera tanta importancia y trascendencia como si me estuviera quejando de que me ha salido un grano en la nariz, es que nadie termina considerándolo el problema que realmente es. Por no preocupar, termino por no conseguir ayuda de nadie.

Últimamente le hablo a las paredes de este salón sin dejar nada escrito. El eco que devuelven es un mal símil de conversación, pero son los únicos oídos que me escuchan.

Hace poco me dio por pensar que el lugar donde últimamente alcanzo algo parecido a un estado de bienestar es el trabajo A pesar del volumen brutal de trabajo que tengo últimamente, la presión de los plazos, la reducción de presupuestos, los continuos problemas de dinero… Es el lugar donde tengo algo en lo que ocupar la mente durante los bajones emocionales, donde puedo hablar con personas que quieren (o al menos aparentan) escucharme, donde a pesar de la sensación de banalidad y futilidad de mi trabajo estoy ganando dinero por hacer algo que debe hacerse por lo que mi vida adquiere un pequeño sentido… el problema es que cuando salgo del trabajo, la vida sigue ahí esperándome para volver a reírse de mí.

A veces cuando conduzco, me pregunto si vale la pena ser un Quijote entre tanto pícaro. A veces me lo pregunto también en el día a día."

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