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El Salón de las Músicas Perdidas

Y EL AÑO EMPEZO A DISCURRIR SUAVEMENTE

Y EL AÑO EMPEZO A DISCURRIR SUAVEMENTE

Ha sido un enero tranquilo, salvo por el inicio de año, esa primera semana tan asquerosa unida a un fin de año tan asqueroso.
Después de esos días, con el regreso a la rutina laboral, las cosas han ido de manera distinta. No vino mal ese periodo de aburrimiento sin sorpresas para estabilizar la química mental. Estoy intentando descansar lo suficiente y cambiar las malas costumbres adquiridas durante las fiestas (no sólo las de los horarios y rutinas de sueño). Por ahora funciona, salvo días puntuales que recaigo en mis tentaciones particulares y debo lidiar con amodorramientos y estupefacciones transitorias.
También de mente voy más tranquilo. Intentando que la corriente sea continua y fluida, no llena de rápidos y chispazos. Mantengo contacto regular con N. y con los colegas y la cosa va un poco mejor que a finales del año pasado, aunque me temo que con estos últimos la tensión tarda en relajarse y no me encuentro tan cómodo con algunos como estaba antes.
Pero para este problema y para N. y para otros, estoy siguiendo una variante de la estrategia que pretendía seguir a finales del año pasado, la de la mentira. No es que ahora mienta por sistema, pero me he dado cuenta que tal vez lo que quería hacer era no decir la verdad de buenas a primeras, comentar sinceramente lo que pensaba u opinaba en cuanto me preguntaran, sino contemporizar, decir ahora que “bien” y dejar pasar el tiempo para que la tormenta se tranquilice, no cabalgar la montaña rusa en el momento y volcarla en palabras, sino esperar a terminar el viaje para pensar si me ha gustado o no. Pensarse más las cosas y ser menos visceral, en resumen. Si algo no me gusta que no sea por la reacción del momento, si hablo que no sea que se me escapen palabras explosivas teñidas de color sino parlamentos meditados.
Ser menos natural. No sirve de mucho ser natural si tu naturaleza hace que todo lo que te importa y quieres se aleje de ti, ¿no?
En cierto sentido sigue siendo la “estrategia de la mentira” que pretendía llevar a cabo, convertida en una especie de contención y actuación.

Da un poco de pena pensar que actuando así las cosas van mejor que cuando era demasiado sincero.

Y luego está el caso de lo que golpea desde el exterior. Nunca había pensado mucho en la jubilación, en los bancos, en el paro, en un futuro que no fuera un plan bonito y rosado de cosas que con paciencia y diligencia indudablemente saldrían bien. Pero ahora lo pienso, entre cambios sociales, gobiernos absurdos e hipotecarios, coste de la vida, revoluciones lejanas, dirigentes mundiales estúpido y egoístas y pagados de sí mismos, derrumbes de sueños y esperanzas, aumento de la intranquilidad general… es difícil que no afecte. Soñar, pensar, esperar, reír y perseverar está muy bien, pero sin medios no se llega a ninguna parte. Incluso para vivir de lo que uno hace, siembre y construye, hay que tener algo por donde empezar. Y tal vez la tensión general que flota en el aire es como un virus que nos contagia a todos.
Y empiezo a estornudar.

No me gusta donde se dirige el barco, pero estoy ocupado achicando la vía de agua, el timón lo manejan otros y yo sólo puedo esperar que no se llene de agua mi camarote. ¿Una actitud egoísta? Si. ¿Pan para hoy y hambre para mañana? Indudablemente. ¿Así no llegaré a ser feliz? No lo sé, me sorprende que tú si lo sepas con tanta seguridad.

Ahora sólo me queda saber por qué desde hace una semana mis sueños son más vívidos y frecuentes, los recuerdo cuando despierto y suelen varias entre el desasosiego y el terror puro…

3 comentarios

Anónimo -

Por la misma razón que la misma canica no brilla igual en España que en Finlandia, por ejemplo.

Androgen a Anónimo -

Estimada persona Anónima, ¿qué mas da donde huya si el problema lo llevaré conmigo porque está dentro de mí?

Anónimo -

¿No te dan ganas de mudarte a un país y empezar de 0, a ver que pasa?, a ver si, en el peor de los casos, si allí no va bien, al volver aquí al menos las cosas se han relajado y estás más distante, y puedes pensar y actuar mejor...