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El Salón de las Músicas Perdidas

Mecanismos complicados

Mecanismos complicados El perdón...

No es que me agobie como antaño con los recuerdos, pero es normal y humano ponerse a pensar y recordar y estos días me ha venido a la mente la cuestión del perdón. Es decir, si he perdonado de verdad cosas que me pasaron, si hablaría con esa o aquella persona después de lo que me hicieron, si realmente esta o esta otra persona tuvo culpa de algo...

Porque es verdad que a veces necesitamos del tiempo para ver las cosas de otro modo, que a veces alegrías posteriores ( o penas, que un clavo muchas veces hace menos profundo el modo en que está clavado un clavo anterior) nos hacen darnos cuenta que no fué para tanto, que en el momento, en caliente, las cosas quemán además de clavarse, pero luego frías es menor el dolor y la herida.

Tampoco es que todo lo que pensamos en el momento sea incorrecto, exagerado. Realmente, a veces la putada es grave y ni el tiempo ni nada cambiará eso.

¿Yo sé perdonar? Normalmente pienso que si. Porque me cuesta mucho, así que cuando siento que he perdonado, realmente pienso que he llegado a superar el dolor, el odio, el rencor, el ansia de venganza y perdonar una cosa, u olvidarla sin disculparla que a veces es un modo distinto de dejar atrás una cosa.

Pero a veces dudo. Dudo si realmente he perdonado a alguien, si realmente ya no me duele, si volvería a hablarle, a confiar en él.

Creo que las cosas siempre cambian algo. Una vez dañado, es natural ser precavido con quien te ha dañado, creo que es imposible que las cosas sigan como antaño, la misma confianza, cariño, entrega, devoción, amistad, amor...
Pero eso puede hacer que rompamos totalmente con una persona, a pesar del perdón. Y otras veces disculpamos las cosas y todo parece seguir igual, seguimos frecuentando a ese alguien y todo parece normal. En el caso de ofensas "menores", entre amigos con cosas no graves, o si la actitud de la persona es la de alguien capaz de olvidar las cosas fácilmente o no tomarse a la tremenda las cosas no importantes, se puede seguir perfectamente, la pérdida interior es mínima, casi nula, sabemos superarla.

Pero las cosas que se nos han clavado dentro, muy adentro, son otra historia.

Yo ya he dicho que me cuesta perdonar, soy consciente de ello. Porque me cuesta olvidar, dejar atrás, evitar que duela. Hay gente que no quiero volver a ver ni en pintura. Punto. Sin excepción. Hay gente de la que no quiero saber porque ya no me interesa y gente a la que quiero que le salgan mal las cosas porque a mi me jodieron bien jodido. No me enorgullezco de ello. No es una actitud no sólo "cristiana" sino humana. Creo que lo humano, lo correcto, sería siempre saber dejar atrás. Aunque no perdones, saber olvidar las cosas y que ya no duelan. Perdonar siempre, como nos dice la religión, es algo extremedamente peligroso, ya que el "infractor" puede salirse con la suya, no arrepentirse y tú haberle perdonado y ser el que ha perdido, sin ambages, el perdedor en una situación.

Bueno si, pero no tonto. Perdonar al que no se arrepiente es un poco tonto, me parece. Entiendo que hay que dar pie para que el que hace mal se disculpe y rectifique si realmente quiere rectificar. Pero es que hay cada vez menos gente que quiera o sienta que tiene que "corregirse". Cada vez impera más el "yo he conseguido o ganado algo, si tú piensas que está mal lo que hago, es tu problema".

Yo he pecado de ingenuo, disculpando a gente que volverá a hacerlo, a mi o a otro, sin arrepentirse. A veces lo achaco a mi educación católica, pero ya debo dejar esa excusa, porque ya hace mucho tiempo de eso y he tenido tiempo y podido esforzarme para superarlo, así que pienso que es un fallo de criterio personal, de saber distinguir y moverme por este mundo en el que hay mas trampas en el camino que apoyos.

Siempre me ha llamado la atención lo siguiente, el proceso psicológico de la aceptación, íntimamente relacionado con los mecanismos del perdón. Lo extraigo de esta página y lo copio aquí:

Las étapas hasta llegar a la aceptación son las siguientes:

1 La negación. Es el choque, el abatimiento, el pánico total, el rechazo total a aceptar, de admitir la realidad. Uno hace todo lo posible por regresar las cosas a su estado anterior, hacer como si nada hubiera pasado. Los psicólogos disen que la negación es un sistema de defensa para reducir la ansiedad cuando nos sentimos amenazados.

2 El ódio. Cuando uno ha dejado de negar la realidad, pasa uno a la étapa de la cólera. Uno se reprocha a uno mismo o a los demás la perdida que acabamos de sufrir. Es por eso que uno debe ser prudente con los problemas que enfrentamos. La rabia que sentimos puede llevarnos a hacer un daño más grande del que ya está hecho, de tal forma que empeoramos la situación en lugar de salir adelante.

3 El regateo. Una vez calmado, uno intenta a toda costa evitar la perdida. Uno regatea, se rebaja, se humilla con tal de no afrontar la realidad. A veces el regateo es positivo, cuando uno logra mediar realmente entre las perdidas de dos personas por ejemplo para ganar a largo plazo; sin embargo el regateo a veces es absurdo, uno ofrece pagar mucho más caro con tal de no sufrir la pérdida.

4 La depresión. Cuando uno al fin ve que el regateo no deja nada, que uno lucha sólo por evitar ver la dura realidad y decide uno dejar de esconderse, uno cae en la tristeza, es decir, una profunda depresión.

5 La aceptación. Uno se pone en paz con la realidad. La mira uno con respeto. Esta étapa no debe considerarse como alegre; al contrario los sentimientos se han extinto. Como si el dolor hubiera desaparecido, como si la lucha hubiera terminado. Uno es finalmente libre. Libre de quedarse, de irse, de seguir adelante, de tomar las desiciones que se imponen. Uno acepta la perdida, pequeña o grande. Uno se ha adaptado."


Que levante la mano quien al pedir u otorgar perdón no haya pasado por estos estadios :) Yo por lo menos, recuerdo situaciones en que pasé por ellos, y normalmente cuando pedía perdón por algo. Empezaba pensando que no había hecho nada malo y la otra persona era injusta, luego me enfurecía por su "injusticia", luego intentaba negociar una manera de que ambos cedíeramos algo para que nadie fuera culpable total de la situación y pudiéramos volver al estado de antaño, luego largos periodos de depresión por lo que había perdido y al final, tras mucho más tiempo, la aceptación de que todo se había acabado o el olvido.

Y supongo que me cuesta recorrer todos los pasos...

2 comentarios

Androgen a sabbat -

Uy...ahora también tengo curiosidad yo por saber que has pensado :)

Un abrazo

sabbat -

Bueno... qué día comemos y me cuentas en lo que andas... aunque más o menos ya yo ... por lo que he leído aquí hoy.

Y serías tonto, sí. Creo que sí. No sé, no me meto. Sólo te digo que yo me equivoco mal y ...