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El Salón de las Músicas Perdidas

El paseo y la suerte

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El sabado me enseñaron una ciudad. Una ciudad de la que sólo conocía los retazos de unas prácticas de carrera infames con un jefe gilipollas, una ciudad que para mí sólo era un viaje casi dormido en autobús por una costa para luego caminar largo rato hasta cruzar acero en rieles y casas desastradas para llegar a un frío polígono industrial y sentir que estaba haciendo el imbécil durante un par de horas hasta volver luego por el mismo camino a las clases de la tarde.

Pero claro, como dije en un momento dado el sábado, todas las ciudades tienen su belleza pero normalmente no se descubre hasta que te la muestra alguien a quien aprecias.

Y el sabado conocí el nombre de una rama cortada y vi una Dafne ahogada por un Apolo trepador de hojas verdes y un árbol enfermo de cáncer en un parque inglés y francés salpicado por la lluvia. Y ví calles atechadas donde caminaban en rocas redondas el ganado y justo al lado en baldosas la gente hace mucho tiempo. Monasterios cuadrados y un centro comercial mas ancho que alto. Y metí humo en mis pulmones por primera vez y no me pareció nada que valga la pena repetir, aunque fuera suave.

Oí también las diversas voces que puede tener una persona, cuando habla a quien le ha despertado el universo dentro de sí, o cuando habla de una niña que es una Persona que será una pura maravilla. Y ví un parque que creía más grande porque las cosas que sucedían en él le conferían una grandiosidad que físicamente no tiene.

Y lo mejor es que ví a una persona que está sublimando, no en una nube sino siendo nube, a donde subió volando y haciendo volar.

Y el domingo el examen. Y no es cuestión de suerte, damas y señoritas :) Una oposición no basta con aprobarla, hay que sacar nota. Como mínimo te piden que aciertes 75 de 100 preguntas (y además las que respondas mal restan puntos) e incluso si logras superar ese escollo, las plazas son solo 8, y se presentan 3000 personas (tirando a la baja, que seguro que son más). Y cuando uno todavía no ha podido estudiar más que un tercio de los temas que entran, no es cuestión de suerte, sino de que no está lo bastante preparado. Así que lo que había estudiado bien, pero lo que no había estudiado me habrá salido fatal, pero tampoco me preocupa ni me deprime, ya sabía lo que había.

Y pude ver a mi duende, y agacharme mucho como siempre para besar sus mejillas y regocijarme con su sonrisa. Y que me contara cuando se casa y que las cosas le van mejor. Alegrarme por ella porque tiene lo que yo siempre supe que no podía darle. Aunque también preocuparme un poco por sentir que la tentación de presionar un poco aquí y allá para calmar el deseo que siento por ella sigue presente. Y sigo pensando que debería librarme un poco de esas ansias sexuales, porque sino me pueden viciar la relación con las personas que sé que no puede ser y no puede ser el compartir pasiones, tengo que dejar de aferrarme a los "puedes" y los "fué" porque normalmente los primeros si pudieran ser ya habrían sido y esperar algo de ellos es esperar en vano y los segundos son pasado y el pasado pasó, ahora es el presente.

Pero la tarde de ese día me doy en cuenta que estoy en paz en ese momento y me alegro por la mujer del sábado y por la chica del domingo y no ambiciono realmente ni codicio ser quien está con ellas, sino que lo que me pasa es que envidio (sánamente) lo que sienten (el vuelo de la primera y el despertas con alguien a quien quieres de la segunda) y me gustaría sentir eso a mí, con quien corresponda.

Y no pierdo la esperanza, de hecho el domingo por la tarde estoy tranquilo, sin angustias, agobios ni esperanzas cogidas por los pelos. En esos momentos, cuando pienso eso, estoy y soy y estoy bien. A veces consigo esos estados de lucidez y tranquilidad y me gustan.

El que al final mis colegas cancelaran la reunión sin avisarme (tuve que perseguir durante una hora los móviles que no me cogían) y el que perdiera el gorro en el autobús no empañan el fin de semana. Ni el dolor de la rodilla (es por las botas que llevaban que me hacían daño al pisar de cierta manera y al forzar la pierna para no pisar así cargué demasiado los ligamentos, no por el largo paseo, tranquila dragón :) ), ni el que seguro que no he pasado el primer examen de la oposición. Habrá más oposiciones, hay una por año y ahora sé que me puedo presentar por ejemplo a la de subalterno que es todo psicotécnico y se me dan de vicio.

También me quedo con el viaje de vuelta, donde una chico de 26 años y una chica de 24 tenían una conversación cojonudamente interesante e inteligente que me puso la sonrisa en la boca todo el viaje a pesar de la caravana que me hacía temer llegar con retraso a la reunión que no se dió y el frío que hacía en ese autobús.

Ha sido un buen fin de semana.

Gracias a todos los que me desearon suerte :)

PD: la foto es de una película , "Muerte entre las flores" creo que es. La he cogido porque él también pasea por un parque, aunque sin guía :)

3 comentarios

Androgen a sabbat -

Los pies se calman, las sensaciones permanecen así que yo tampoco lo siento por el paseo.

Guárdalo, claro que sí. Ayudaste a crearlo :)

Un besote

sabbat -

(me guardo esto ;))

sabbat -

Ayer te leí con Alma. EStaba en casa de mis padre y por eso no escribí nada :)

Lo siento por tus pies pero no lo siento por el paseo que nos dimos.

Me gusta la imagen que has elegido y sobre todo como has descrito nuestro paseo

Un beso muy fuerte Fer.