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El Salón de las Músicas Perdidas

Calmachicha

Calmachicha

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Pasó el momento de agobio en el trabajo.

Al menos ahora me lo tomo con más calma, aunque me sigue poniendo un poco así el pensar que puede que esté dos años haciendolo...

Estoy menos agobiado que hace tiempo cuando empezé, pero igual de cansado o más. Es exigente físicamente, ya lo he comentado. Me muevo mucho más y no he dejado el gimnasio con lo que los lunes, miércoles y viernes termino agotado el día. Pero lo que ha cambiado es lo cansado mentalmente.

Me hago al trabajo, empiezo a coger las costumbres y las reacciones reflejas. No es difícil. Puedo hacerlo. No tengo miedo.

 

Sigue quedando el pequeño asunto de que la lista de auxiliares sigue avanzando. Así que cuando me llamen tendré que decidir, pero ando menos preocupado, porque ya he decidido que a menos que me ofrezcan algo igual de bueno (vacante o sustitución de al menos un año) en Oviedo, no lo cogeré. No hay tanta diferencia de sueldo y ahora mismo es mejor tener algo seguro que algo que puede que tampoco me termine gustando como auxiliar administrativo y por menos tiempo.

 

Aquí estoy tranquilo ahora. Y es lo que he estado buscando toda mi vida, ¿no? La tranquilidad.

 

Además tengo amor. Uno que fluye de mí sin necesitar correspondencia para tener sentido.

Y eso ayuda a saber lo que es más importante en la vida.

 

(ALGUNAS HORAS DESPUES)

 

Lo cierto es que algo no termina de encajar. Al menos yo me siento así. Al cansancio físico se auna un cansancio emocional. De repente me descubro otra vez perezoso, indolente, concentrado en cosas nímias y no haciendo las cosas rutinarias pero necesarias, como limpiar y ordenar mi habitación. Tampoco hago las cosas que me debería molestar en hacer, como estudiar más las oposiciones o dibujar más regularmente y en mayor cantidad o escribir más y mejor.

Hay algo raro. Como un aire pesado que me aplana un poco. Pero es un poco más que la semana pasada y pierdo gusto y ganas por las cosas. No lo pierdo del todo pero sí que el paso del tiempo vence. Es como si me moviera por un aire un poco pegajoso.

Y tengo tendencia a aparcar las cosas cuando surgen problemas así que...

Tampoco estoy seguro a veces de qué siento por qué lo siento. Así que es osado por mi parte hablar de un amor elevado cuando tal vez lo esté elevando simplemente porque quiero verlo arriba, no porque lo esté.

 

Hace poco una conversación con N. me muestra que hace unos días mi comportamiento no demostró el equilibrio del que estaba haciendo gala últimamente. No hubo daños pero pudo haberlos habido y esa posibilida me aterra. Como me preocupa la posibilidad de recaer en viejas malcostumbres.

¿Y si los nervios por caer me hacen temblar y terminan haciendo que caiga?

Tengo que salir y estabilizar. Y tengo que creer que puedo hacerlo.

No es Evolución, es conservar lo conseguido

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