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El Salón de las Músicas Perdidas

EH, EH… ESPERA UN MOMENTO…

EH, EH… ESPERA UN MOMENTO…

 

 

 Ahí andaba yo jodido a mi regreso, sintiendo que quería hacer cambios en mi vida pero encontrando las situaciones peores que nunca. Desde mis ganas de quedar con N. y hacer cosas que antes me resistía a hacer y ahora quería darles una oportunidad, a quedar con los colegas e intentar que las reuniones fueran más divertidas y productivas en cuanto a ocio y lazos, a mejorar en lo que pudiera la situación en casa intentando producirles las menores molestias posibles, a afrontar los posibles cambios que la nueva jefa quisiera meter en el modo rutinario al que ya me había adaptado a hacer las cosas en el trabajo, a intentar tomarme todo y a todos con más calma y menos angustias…

 Y descubrir que una no parece tener interés en hablar conmigo tras casi un mes de ausencia, que los colegas están a su bola y tampoco parece que les importa mucho mi regreso, a que en casa está la mitad de la gente de vacaciones y es fácil no dar problemas cuando somos sólo dos pero a ver cuando seamos más y haya más ruido, a que en el trabajo se une la preocupación por la enfermedad de la compañera a su ausencia absolutamente vital en el desarrollo del trabajo día a día… con lo que mis intentos de cambiar como tomarme las cosas estaban fracasando miserablemente y volvía a mis raíces angustiadas y drameras y tomarme todo a la tremenda.

 

 Y finalmente me llama N. para quedar. Durante todo este tiempo intentaba hacerme a la idea de que la amistad estaba tocada y hundiéndose intenté realizarme una “autocura de desintoxicación”, intentar que no dependiera tanto mi estado del alma de si ella me hablaba o no, de si quedábamos o no, de si discutíamos o no, de si nos besábamos o no… Lo intentaba, costaba, creo que no funcionaba pero yo insistía, no iba a volver a llamarla y esperaba que me llamara cuando le apeteciera como hacía siempre y para entonces ya haberme desenganchado de ella y poder mantener una cierta distancia emocional y simplemente que fuera como otra conocida más en mi vida.

 Al menos eso intenté, la desgracia es que tenía demasiado tiempo para pensar, todas las tardes y las noches, la “ventaja” que ella no era mi único problema en la vida y mis tiempos de angustias se repartían entre varios temas y personas.

 

 Estando así me llama. El lunes. Que había estado de vacaciones. Vale, entiendo parte del silencio, pero a menos que estuviera en la Conchinchina (que no era el caso), el móvil seguía funcionando y poner un sms o hacerme una perdida para que la llame era perfectamente posible. Así que mi resolución de “desintoxicar y dar por terminada una fase cercana de relación” se mantenía, sobre todo en previsión de que cuando le contara mis quejas me mandara a zurrir mierdas con un látigo cansada de que no acepte plenamente cómo es y cómo vive.

 Es cierto que no lo acepto plenamente. También un niño puede ser repelente y gritón y caprichoso y eso no se debe aceptar, hay que enseñarle a vivir de otra manera más acorde con la sociedad, sin matar su independencia, cierto, pero tampoco dejándole ser un salvaje. Pues algo así pienso que pasa con la gente. Tú debes aceptar cómo son los demás, pero las cosas malas que tengan, las cosas que producen problemas, los comportamientos malos, no hay que dejarlos pasar, si realmente quieres q esa persona, hay que hacerle ver que no te parece bien y que ese puede ser el punto de vista mas o menos general de quienes le rodean y que tal vez debería cambiar porque no puede ser bueno en el futuro seguir como se está haciendo hasta ese momento. Yo en este caso pienso que ese pasotismo puede terminar dejándola sin amigos en el futuro. El caso es que ella puede que viva bien sin amigos íntimos, sin esos lazos que también son a veces cadenas con la gente a la que nos acercamos. No es una niña ni una adolescente y desde luego no es tonta. Ya debe saber lo que hay, lo que esa actitud que tiene provoca y si no ha querido cambiar por algo será, tal vez porque lo que para mí no es una buena actitud, para ella es la normal y no le ha producido problemas. Aquí entra una vez más el asunto de que es IMPOSIBLE para una persona desarrollar tal empatía que nos metamos plenamente en la piel de otro, con su modo particular de pensar, de sentir y de vivir. Podemos imitar y llegar a entender mucho, pero nunca plenamente. Eso también es la magia y el picante de las relaciones con otras personas.

 

 Y así a lo tonto he resumido la reunión que tuve el lunes con ella. Al final ni me mandó a freír espárragos ni creo que deba cortar relaciones totalmente con ella, sigo pensando que podemos llegar a un entendimiento (ya sé que muchos de los que leen esto piensan que no y que me estoy engañando y aferrando a algo que no hay y tal y cual… Sigo respondiendo a eso que las cosas de habitual no salen bien a la primera y si dejáramos de hacer algo o de ver a una persona al primer problema que surge, el 99% de las parejas no estarían juntas, incluso las que son felices, porque nadie lo es 24 horas al día) y de hecho hemos decidido intentarlo, empezando por algo sencillo, ella por responder de vez en cuando a mis llamadas y mensajes y yo por no pensar que es culpa mía por hacer algo mal si no me responde.

 

 Pasito a pasito.

 

 De hecho en principio pedí y obtuve pasar el fin de semana con ella en su casa del pueblo de León donde está pasando las vacaciones (aún le quedan días, sólo se pasó de vuelta por unas cosas del trabajo que manda huevos que tenga que desplazarse para eso durante sus vacaciones y comprar una cortacésped para el prado de dicha casa del pueblo que con la guadaña no queda bien) así que en principio el viernes me viene a buscar y volvemos el domingo por la tarde, cuando ya habrá vuelto mi hermano y seremos tres en casa, casi todos, de nuevo.

 

 Lanzarme a pedírselo y que acepte me hace pensar que realmente no he perdido del todo el impulso que tenía al volver de Japón de querer cambiar mi vida y empezar a hacerlo, de hacer las cosas un poco distinto.

 Intento no pensar mucho en qué pasará ese fin de semana, pero no puedo evitar hacerme algunas ilusiones. Pero como en un deseo de soplar las velas de la tarta, mejor no decirlo en voz alta o pensar mucho en ello por si no se cumple.

 

 Veremos. Y viviremos. Y tal vez, contaremos :)

 También intentaremos seguir pisando el freno del alma y los pensamientos y no tener una vida paralela a la que vivo, toda imaginaba basada en "y si" y "tal vez"...

 

 Por cierto, un abrazo JDDJ que me pillaste a mitad de escribir esto :)

2 comentarios

Androgen a La Dama Oscura -

Se intentó. Ahora te cuento...

La Dama Oscura -

disfruta del fin de semana :-)