Los Siete Magníficos- Envidia
Envidia.
(Del lat. invidĭa).
1. f. Tristeza o pesar del bien ajeno.
2. f. Emulación, deseo de algo que no se posee.
"comerse alguien de ~".
1. fr. coloq. Estar enteramente poseído de ella.
Extracto de este ensayo sobre la película "Seven":
"En la representación de la envidia, El Bosco se valió de un complejo conjunto de personajes: una pareja, cercana a dos perros, que envidian el ave que otro hombre lleva sobre su mano. La figura de otro hombre que envidia a la joven que se encuentra dentro de la casa, junto a la pareja. La compleja escena parece sugerir que en ella todos los personajes son afectados por alguna forma de envidia, al desear lo que algún otro de ellos tiene. Lo interesante de esto es que en la película, podrían establecerse este mismo tipo de relaciones entre los personajes y que además, la joven pareja posee varias mascotas que son justamente perros, a lo que se suma que el objeto de la envidia es, de manera destacada, una muchacha, como en la obra del Bosco."
Considero que la envidia entronca muy directamente con los deseos inherentes a todo ser humano. Todos tenemos deseos, deseos de seguridad, bienestar, éxito, satisfación, felicidad... Todos establecemos un baremo, unas perspectiva a nuestros deseos, es decir, solemos ser conscientes sólamente de nuestro deseo de algo que no está lejano, un deseo posible y que podemos llegar a alcanzar: una casa un poco más grande, un sueldo un poco más elevado, un poco más de tiempo con nuestra pareja...
Pero dentro de nosotros late el deseo de mucho más, en esta época de información descontrolada, podemos ser conscientes del estilo de vida de otros, de los logros de otros, de las cosas que podríamos llegar a tener. Y de ahí surge la envidia, cuando el deseo se hace fuerte en algo que no es fácil de conseguir ni puede ser alcanzado en nuestra actual situación salvo que se dé una circunstancia excepcional. Por ejemplo y poniéndome materialista, es difícil que yo pueda comprarme un yate salvo que acierte la lotería.
La envidia como pecado surge de lo que poseén otros y nosotros no y deseamos alcanzar sin esfuerzo o sin merecerlo (en este caso de merecerlo o no, me refiero a premios, alabanzas, prestigio, atención...).
Sin embargo siempre he considerado la envidia un pecado un poco ambiguo. Ambición, meta, objetivo... ¿Es malo envidiar algo si nos vamos a esforzar para conseguirlo sin hacer daño a nadie? En este caso la envidia sería un impulso para dar lo mejor de nosotros y centrar nuestros esfuerzos en esa meta que tanto deseamos. Por eso normalmente a lo que se llama "envidia" es a la "envidia no sana" (en contraposición con la expresión "sana envidia" que hace referencia a eso que nos hace esforzarnos) que nos hace desear tanto algo que se convierte en una obsesión e incluso nos hace querer quitarlo por la fuerza.
Siempre me ha parecido curioso que el Mandamiento sea "no desearás a la mujer del vecino", como si lo único que puede desear uno hombre de otro fuera a su pareja. ¿Y su dinero, su fama, sus posesiones, su saber estar, su habilidad en un campo concreto, no es pecado envidiarlas? La interpretación general es que ese Mandamiento hace referencia a la envidia en genera, al ser imposible englobarlo todo se supone que debemos extenderlo a todo, a no envidiar nada de los demás. Pero envidiar me parece tan humano que creo que es imposible cumplir este Mandamiento. Porque por ejemplo, todos sabemos que para conseguir algo no basta con esforzarse, a veces todo nuestro esfuerzo, poner el corazón en algo, no basta. Existe el fracaso a pesar del esfuerzo. Y cuando se da esa situación, es normal envidiar algo que nunca llegaremos a tener.
El problema, como ya he dicho, es la envidia desctructora, el ansia que nos hace llevar a cabo actos perniciosos para otros o para nosotros mismos para conseguir eso que otros tienen.
Mi envidia: Soy un envidioso. Me gustaría tener un montón de cosas que no tengo y ser un montón de cosas que no soy. Hay algunas de ellas que puedo conseguir con esfuerzo, creo, como dibujar y escribir mejor, tener una vida sexual, reducir las salidas de tono emocionales, conseguir un trabajo...
Pero hay otras que no. A lo largo de mi vida he desado el éxito que consiguen otros, el dinero que ganan otros, las mujeres con las que estaban otros... Aunque creo recordar que nunca he llegado a tramar maquiavélicos planes o ejercer acción brutal y directa para satisfacer esos deseos. Lo que si he hecho es dejar salir la lengua bífida y lanzar invectivas, indirectas o sutiles desprecios. No estoy orgulloso de ello, no pienso que hacer "sólo" eso sea para alabarme nada, sólo lo constato. No debería ni de hacer "sólo eso".
¿Que envidio en estos momentos? A las personas felices. A las personas con pareja. A los que tienen un trabajo. A los ricos. A Luis Royo (y demás excepcionales dibujantes e ilustradores) y a Colleen McCullough (y demás excepcionales escritores).
¿Hago algo para acabar con esa envidia? No, me conformo con no dejar que me corroa.
6 comentarios
el diablo -
Androgen a Un Mar de Calma -
Tienes razón en que puede haber otra diferenciación: entre envidia "necesaria" y envidia "innecesaria", esta última cuando la envidia es sobre cosas que no le parecen a uno vitales para vivir, sino creadas por el consumo desaforado que nos quieren imponer.
Yo claro que envidio algo a los que tienen más dinero y pueden pagarse las cosas que les apetece, pero envidio más a los que tienen felicidad, amor, compañía, éxito... Espero que siemrpe sea envidia "sana"...
Un abrazo :)
Androgen a sabbat -
Creo que van muy muy unidas. Si envidias algo normalmente lo codicias. Si codicias algo, envidias a quien lo tiene cuando tú no lo tienes. Creo que están tan relacionadas que sí, es fácil confundirlas.
Normalmente la envidia la asocio a cosas materiales o no materiales: amor, compañía, éxito... cosas que no se pueden comprar o atesorar realmente, pero que deseamos tener y sí, tienes razón, que nos jode que tengan otros y nosotros no. Y la codicia la asocio a un sentimiento menos jodiente, es decir, uno puede ser codicioso, querer tener muchas cosas, y no joderle que las tenga otro, mientras las tenga él y pueda disfrutarlas, le da igual si las tiene otro.
Complicado, lo sé :)
Y hay gente que urde tramas, consigue lo que quiere una o dos veces y ya está satisfecho. Le da igual que se descubra todo luego, a él que le quiten lo bailao, sé que hay gente así.
Siento las intrusiones :(
Un abrazo
sabbat -
Ya te digo tanto la que tú te tropezaste como la que yo me tropecé por desgracia aquel día: dos putas sanguijuelas.
Aunque también es verdad que lo único que me dan son ganas de vomitar.
Lo dejo aquí, ¿vale? Es que ya sabes... ;))
A las once y cuarto tuve la primera visita. ¿pero qué cojones andará buscando? O qué se puede esperar de una tía a la que su ''amante'' le regala un teléfono carísimo y encima le paga las facturas y ella para darle celos se la pasa llamando a otro tonto para sólo meterlo en su lío.
Es que hablando de la envidia me parece que aquí pega eso y ella, pero como Dios pega.
un_mar_de_calma -
No se que responder; ,pero si miro mi semana he envidiado a los compañeros que se ivan a casa a 8 y volvian al dia siguiente a las 9; ya que la semana se planteaba maratoriana, jornads de 24 h.
Pero si envidiar te refieres alo que no tienes, seria cuestion de preguntarse si eso que no tienes realmente te es necasrio o es puro capricho porque lo tienen los demas. A veces, compramos por comprar lo que envidiamos de nuestro vecino pero ello no nos da la felicidad; la felicidad se obtiene en la medida que satisfacemos nuestras verdaderas necesidades.
Por ejemplo, para que quiero un DVD si no veo peliculas, para acumular polvo para eso prefiero gastarme esa dinero en algo que realmente me llene. Como este ejemplo hay cantidad de otros.
La envidia a veces viene por ese afan de consumo que nos impone esta sociedad de consumo. En muchas ocasiones on la mitad de las cosas que creemos que envidiamos podemos vivir mucho mas felices.
Un abrazo FErnando y cuidate
sabbat -
P.S: Si urdieras tramas, peor para ti, porque como dicen en mi pueblo, la trampa rescampla y al final... todo se sabe.
Los demás seguirán teniendo yates, y a las mujeres que tú no tienes, independientemente de tu codicia.
besos :)