Soy un trocito rectangular de plástico...
Tengo que aprender a acostarme antes, lo que necesite para dormir bien y descansar... o tal vez no, porque la sensación que estoy viviendo durante toda la mañana no es desagradable... sólo extraña.
Me pesan los párpados, me siento un poco ajeno a mi mismo, como si las sensaciones me llegaran mitigadas. Tengo un ligero dolorcillo en ese nervio gordote que sale de detrás de cada ojo hasta el cerebro y en el punto donde el craneo se une a la columna vertebral, ese músculo. Siento el cuerpo pesado, casi debería temer que la silla se hunda bajo mi peso, se me mezclan los dedos y lío las letras al escribir, los mecanismos de pensamiento están como descompensados, no razono sino que mis pensamientos actúan... como si tuviera vida, alma y sentido propios y me estuvieran dejando compartirlos.
Como he dicho no es desagradable. Me siento un poco mágico, un poco místico, siento que comprendo sin comprender, sólo sintiendo...
Ni siquiera pienso en como era mi vida hace cinco años, cuando renové el DNI por última vez, que sería lo usual en este caso, que el hecho de haber ido a pedir que me renueven el carnet y me den uno de esos tan molones electrónicos nuevos me trajera recuerdos, buenos malos o liosos. No sé, no me da por pensar en ello, es curioso.
En vez de eso me da por pensar que me cuesta 6,60 ser persona para esa entidad llamada "Estado", que me conoce por una serie de números finalizados en una letra, deshumanizado, puros datos, sin que les importe si soy persona o que persona soy. La huella de un dedo y una foto pequeñita frontal no me definen, así que ese trocito rectangular que en un mes me han dicho que me pase a buscar no me representa para nada. Pero claro, ellos tampoco quieren conocerme, sólo que no de la lata. Oh si, claro es necesario para la administración, para que sepan donde buscar y a donde mandar las cosas cuando precisen de mis aportaciones o servicios. Pero como considero que cada vez la sociedad se lia en papeles que en el fondo no tienen tanto sentido y tendemos a olvidar la carne y la mente...
Pues en cierto sentido la sonrisa que muestro a los funcionarios en la comisaría es tan natural y verdadera que me dan ganas de reir por ello, porque no sé, no considero que nada tenga sentido pero me ha gustado ir y verles realizar sus mecánicas tareas y ablandarse un poco en su eficiencia ante mi tranquilidad y amabilidad, mis "por favores" y mis "gracias", mi presencia tan ajena y a la vez tan presente...
Estoy en un sueño, tal vez es eso. Hay sueños que tienen lógica porque la tienen, porque no dudamos y no nos paramos a pensar. Hoy me ha tocado vivir despierto esa sensación.
Durará poco lo sé, hoy dormiré como un lirón que sueña con una sierra partiendo un tronco... y todo se desvanecerá. Pero da igual. Ahora lo siento...
Y eso es mucho.
2 comentarios
Androgen a sabbat -
Hablo de la época en que aún hacía ejercicio, en el colegio. Ahora ya no suelo sentir eso...
Un abrazo
sabbat -
Un abrazo Fer.