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El Salón de las Músicas Perdidas

EMO-TORIZADO

 Algunas personas vuelcan en su coche su afición y lo tratan como una mascota inanimada, cuidándolo, mimándolo, comprándole cosillas… hasta el extremo. Para ellos su coche es como su obra de arte y lo lucen hasta la chulería.

 

 Para otros no es más que un medio de transporte engorroso pero necesario, que les gasta el dinero y no les da ninguna satisfacción, pero tienen que usarlo.

 

 Algunos usan su coche para presumir, para destacar, para ligar, para atraer miradas.

 

 Para otros el coche es como el símbolo de su libertad, la posibilidad de poder ir donde quieran cuando quieran, sin tener que depender de horarios fijos de transporte público, sin tener que depender de otras personas… es como la cizalla que rompe algunas de las cadenas que nos atan y lo valoran como tal.

 

 Otros no quieren coche ni regalado. Por el coste, por los humos, por las preocupaciones… no lo necesitan ni lo quieren.

 

 Para algunos es el paso a la madurez. La toma de responsabilidad de las personas que van contigo en el coche y cuya vida está en tus manos. Se lo toman tan en serio como deben y son conscientes que el mejor viaje es aquel en el que llegas a tu destino sano y salvo.

 

 Para otros es el chute de adrenalina que necesitan en sus vidas. Se arriesgan, corren, hacen el gilipollas… todo por el subidón, como unos yonquis, eligiendo no ser conscientes de que no sólo se ponen en peligro a ellos mismos (allá uno con lo que se hace a sí mismo, estoy a favor de la elección libre del método de suicidio) sino que también pones en peligro a otras personas. En estos casos realmente los anuncios para coches, tan dados a equiparar los coches con un polvo o una excitación sexual y sensual, dan en el blanco, aunque a mí me parezca una mierda de manera de hacer publicidad y más que ganas de comprar el coche me den ganas de vomitar dentro de la camisa de los imbéciles que idean tal publicidad.

 

 Para algunos el coche es simplemente una caja con ruedas que te lleva a alguna parte. Ni le prestan especial atención ni les da alegrías ni penas. Casi lo ignoran, una sombra en la esquina de su mente, algo en lo que no piensan y que simplemente está ahí, como las nubes, los pajaritos y los papeles tirados por la calle. Son dueños de coches sólo de nombre porque ni se sienten propietarios ni esclavos. El coche no es lo bastante importante para ellos para dedicarle siquiera un pedazo inconsciente de su mente.

 

 

 

 Yo no sé cómo terminaré siendo de todos los casos mencionados arriba. Espero que un cretino inconsciente no, pero nunca se sabe. Lo que si es cierto es que mi Renault Clio de segunda mano ya está descansando en el garaje.

 

 Ya tengo coche.

2 comentarios

Androgen a La Dama Oscura -

Si, es raro encontrar un "ejemplar puro", la mayor parte de las personas serán una combinación de tipos de los antes mencionados... incluso dependiendo del día, supongo :)

Un abrazo

La Dama Oscura -

:-)
Ya lo irás descubriendo poco a poco. Yo creo que soy una mezcla de símbolo de libertad y el paso a la madurez. Me gustan los coches, la libertad que te dan, me gusta conducir, me gusta la sensación de velocidad, pero con talento y responsabilidad, que no sólo son nuestras vidas las que nos jugamos cuando vamos al volante.
Un abrazo